La historia de la silla desde el antiguo Egipto

Dedicados a la compra de antigüedades en Terrassa, queremos acercarte un poco más nuestro trabajo hablándote del origen de las sillas. Estas actualmente son modernas y su ergonomía facilita el estudio y el aprendizaje. Sin embargo, hasta llegar a este punto de su evolución, en este post te contaremos la evolución histórica de las sillas, de esos muebles en los que reposamos y que son nuestros grandes aliados para trabajar, comer, estudiar y descansar.

Si hoy en día las sillas son como son, es porque tras ellas existe un auténtico trabajo de investigación y desarrollo precedido por su propia historia. Durante muchos años, las sillas fueron más un objeto ornamental que no funcional. En Egipto se utilizaban para que se sentasen las doncellas, a veces arrodilladas, y por eso, en la actualidad algunos modelos aún mantienen respaldos que recuerdan a la silueta femenina. Aquellas primeras sillas eran más altas que las actuales, por eso hacía falta una pequeña banqueta para apoyar los pies.

En la antigua Grecia parece que también hubo sillas, aunque no ha sobrevivido ninguna. Los historiadores tienen constancia por su aparición en algunas obras de arte. En el mundo grecolatino era más habitual comer acostados que no sentados. Eran más comunes los taburetes y los sillones con brazos que no las sillas para sentarse en un momento dado. Los romanos tampoco utilizaron demasiado las sillas, las que predominaban eran las del respaldo curvo y las que se conocen como sillas tijera.

Curioso es el caso de la Edad Media. En esta época las casas solo tenían una silla que se reservaba para el padre de familia. Fue a partir del Barroco del siglo XVII, cuando empezaron a crearse modelos de sillas diferentes y a generalizarse su uso. En las universidades siempre ha sido una pieza fundamental del mobiliario.

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